lunes, 21 de noviembre de 2016

Victoria del Reino Unido


Victoria del Reino Unido (Londres24 de mayo de 1819-isla de Wight22 de enero de 1901) fue monarca británica desde la muerte de su tío paterno, Guillermo IV, el 20 de junio de 1837, hasta su fallecimiento el 22 de enero de 1901, mientras que como emperatriz de la India fue la primera en ostentar el título desde el 1 de enero de 1877 hasta su deceso.
Se casó con su primo, el príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha en 1840. Sus nueve hijos y veintiséis de sus cuarenta y dos nietos se casaron con otros miembros de la realeza o de la nobleza de Europa, uniendo a estas entre sí. Esto le valió el apodo de «abuela de Europa». Tras la muerte de Alberto en 1861, Victoria comenzó un luto riguroso durante el cual evitó aparecer en público. Como resultado de su aislamiento, el republicanismo ganó fuerza durante algún tiempo, pero en la segunda mitad de su reinado, su popularidad volvió a aumentar. Sus jubileos de oro y de diamante fueron muy celebrados.
Su reinado de 63 años, 7 meses y 2 días es el segundo más largo de la historia del Reino Unido, solo superado por el de su tataranieta Isabel II, y se le conoce como época victoriana. Fue un periodo de cambio industrial, cultural, político, científico y militar en el Reino Unido y estuvo marcado por la expansión del Imperio británico. Victoria fue la última monarca de la casa de Hannover. Su hijo y sucesor, Eduardo VII, pertenecía a la nueva casa de Sajonia-Coburgo-Gotha.

Anastasia Nikoláyevna Románova


Anastasia Nikoláyevna nació el 5 de junio de 1901 en el palacio de PeterhofRusia, según el calendario juliano, vigente en ese país hasta 1918. Según el calendario gregoriano era el 18 de junio. Cuando Anastasia nació, sus padres y el resto de su familia se sintieron decepcionados por haber tenido una cuarta hija (tras Olga, Tatiana y María). Su padre, el zar Nicolás II, no fue inmediatamente a ver a su nueva hija, ya que decidió dar un largo paseo para asimilar el hecho de que no había tenido un heredero varón.
Haciendo honor a sus apodos, la joven Anastasia creció como una niña vivaz y llena de energía. Fue descrita como de corta estatura y algo rechoncha, con ojos azules,y de pelo rojizo tirando a rubio. Margaret Eagar, la institutriz de las cuatro grandes duquesas, comentó que la joven Anastasia era «la criatura más encantadora que había conocido».
Durante la Primera Guerra Mundial Anastasia, junto a su hermana María, solía visitar a los soldados heridos en un hospital privado situado en los terrenos de Tsárskoye Seló (la Villa de los Zares). Las dos adolescentes, demasiado jóvenes para pertenecer a la Cruz Roja como su madre y sus dos hermanas mayores, jugaban con los soldados para levantarles el ánimo. Felix Dassel, que estuvo allí hospitalizado, recordaba que la joven gran duquesa «reía como una ardilla» y que caminaba tan rápido «que siempre parecía a punto de tropezar».
En febrero de 1917 estalló la Revolución rusa, que obligó a Nicolás II a abdicar del trono. Anastasia y su familia fueron puestos bajo arresto domiciliario en el palacio de Alejandro, en Tsárskoye Seló, pero dada la cercanía de las fuerzas bolcheviquesAleksandr Kérenski, del gobierno provisional, desplazó a la familia hasta Tobolsk, en Siberia. Una vez los bolcheviques se hicieron con el control de la mayor parte de Rusia, Anastasia y su familia fueron trasladados a la casa Ipátiev, en Ekaterimburgo.
El nerviosismo y la incertidumbre del cautiverio afectó más a Anastasia que al resto de su familia. «Adiós», le escribió a un amigo en el invierno de 1917: «No te olvides de nosotros». En Tobolsk Anastasia escribió una redacción para su tutor de inglés, repleto de faltas de ortografía, sobre Evelyn Hope, un poema de Richard Browning que habla de una chica joven: «Cuando ella murió, solo tenía 16 años», escribió Anastasia. «Había un hombre que la amaba sin haberla visto nunca, pero pese a ello la conocía bien. Y ella también había oído hablar de él. Él nunca pudo decirle que la amaba y ahora ella está muerta...».

En Tobolsk ella y sus hermanas escondieron joyas dentro de sus vestidos para evitar que se las robaran, pero los guardias registraron a Anastasia y a sus hermanas Olga y Tatiana en busca de esas joyas mientras iban a bordo del Rus, el buque a vapor que las transportaba a Ekaterimburgo, donde estaban sus padres y su hermana María, en mayo de 1918. Su tutor de inglés, Sydney Gibbes, recordaba haber oído a las grandes duquesas llorar y gritar asustadas y su propia impotencia al no poder ayudarlas.
Sin embargo, en sus últimos meses de vida, Anastasia intentó llevar su cautiverio de la mejor forma posible. Junto a otros miembros de la casa organizaba juegos para deleitar a sus padres durante la primavera de 1918. Según Sidney Gibbes, las actuaciones de Anastasia «hacían estallar en carcajadas» al resto de la familia.En mayo de 1917, en una carta desde Tobolsk a su hermana María en Ekaterimburgo, describía un momento de felicidad a pesar de la tristeza, la soledad y la preocupación por su hermano enfermo: «¡Estuvimos columpiándonos, y no podíamos parar de reír, la caída era tan maravillosa! Se lo expliqué tantas veces a mis hermanas que llegaron a cansarse, pero lo podía haber explicado mil veces más...¡Qué bien lo pasamos! Sólo se podía gritar de alegría».
Tras la abdicación del zar Nicolás II Rusia entró vertiginosamente en una guerra civil. Las negociaciones para la liberación de la familia imperial entre los bolcheviques (cuyo brazo militar era el Ejército Rojo) y el resto de la familia, muchos de ellos importantes miembros de casas reales europeas, se suspendieron. 

El avance del Movimiento Blanco, cuyo brazo militar era conocido como Ejército Blanco o Guardia Blanca, sobre Ekaterimburgo dejaba al Ejército Rojo en una situación precaria. Los "rojos" sabían que Ekaterimburgo caería por la mayor superioridad y la mejor preparación del Ejército Blanco. Cuando los "blancos" llegaron a la ciudad, la familia imperial simplemente había desaparecido. La teoría más aceptada fue que habían sido ejecutados. A esta conclusión llegó el investigador del Movimiento Blanco Nicolás Sokolov, basada en el descubrimiento de efectos personales de la familia imperial encontrados en un pozo situado en la mina Gánina Yama.

Isabel I de Inglaterra

Isabel nació en el palacio de Placentia, el 7 de septiembre de 1533, siendo la hija de Enrique VIII de Inglaterra y de su segunda esposa, Ana Bolena. Enrique habría preferido un varón para asegurar la sucesión de la casa Tudor pero, tras su nacimiento, Isabel se convirtió en princesa heredera al trono de Inglaterra. 
En 1558, tras la muerte de María su hermana, Isabel subió al trono, siendo coronada el 15 de enero de 1559, en lo que fue la última ceremonia de coronación en latín de Inglaterra (a partir de su sucesor, Jacobo I, el rito de coronación se realizó en inglés). Isabel era mucho más popular que su hermana María y se dice que, tras la muerte de esta, el pueblo lo celebró por las calles.
La salud de la reina permaneció sin sobresaltos hasta el otoño de 1602, cuando una serie de muertes dentro de su grupo de amistades le sumió en una depresión severa. En febrero de 1603, la muerte de la condesa de Nottingham Catalina Howard, que era sobrina de su prima y amiga Catalina, Lady Knollys, fue un golpe de particular importancia. En marzo, se describe que la reina está con malestares y parecía deprimida.15 Se instaló en uno de sus palacios favoritos, Richmond, cerca del río Támesis. Ella misma se negó a ser examinada y tratada por sus médicos, además de negarse a guardar cama, permaneciendo de pie por varias horas, en silencio. A medida que su condición se deterioró, sus damas de honor esparcieron cojines por el suelo, e Isabel finalmente se recostó en ellos.
Mientras se iba debilitando, sus siervos insistieron en ponerla más cómoda en su cama, al mismo tiempo que consejeros de Isabel se reunían alrededor, y música suave se tocaba para calmarla. Isabel aún no había nombrado un sucesor, y en su lecho de muerte le hizo una señal a Cecil para dejar a Jacobo en el trono. Cerca de las dos de la mañana, la reina muere, el 24 de marzo de 1603, y se dice que ella falleció "ligeramente como un cordero, fácilmente como una manzana madura del árbol".
Isabel fue enterrada sin autopsia por lo que la causa de su muerte sigue siendo desconocida. Generalmente se atribuye a que murió de envenenamiento de la sangre, posiblemente causado por el maquillaje blanco, hecho a partir de albayalde, una mezcla de plomo y vinagre, haciendo éste altamente venenoso.
A las pocas horas, Cecil y el consejo llevan a cabo sus planes, y nombran a Jacobo como nuevo rey de Inglaterra.
El ataúd de Isabel fue llevado río abajo en la noche a Whitehall, en una barca iluminada con antorchas, para luego ser dejada en capilla ardiente. En su funeral el 28 de abril, el féretro fue trasladado a la Abadía de Westminster en una carroza tirada por cuatro caballos con gualdrapas de terciopelo negro. En las palabras del cronista John Stow:
"Westminster estaba sobrecargada de una multitud de toda clase de personas en sus calles, casas, ventanas, pistas y canaletas, que acudieron a ver las exequias, y cuando vieron a su estatua situada en el ataúd, hubo un general sentimiento de gente suspirando, gimiendo y llorando como antes no se ha visto ni conocido en la memoria de los hombres."

Diana de Gales


Diana Frances Spencer nació en el seno de una familia perteneciente a la aristocracia británica, siendo la hija menor del matrimonio formado por John Spencer, VIII conde de Spencer y su primera esposa, la honorable Frances Ruth Burke Roche, hija de Mauricio Roche, IV barón de Fermoy. Nació en Park HouseSandringhamNorfolkInglaterra, el 1 de julio de 1961 a las 6:45 de la tarde.
Diana se educó en la escuela Silfield Kings Lynn, en Norfolk; más tarde en Riddlesworth Hall también en Norfolk y West Heath Girls' School en Sevenoaks, Kent, donde era considerada una mala estudiante. En 1977, a la edad de 16 años, dejó West Heath y asistió brevemente al Instituto Alpin Videmanette, subsede de la escuela en RougemontSuiza. Fue entonces, mientras acompañaba a su hermana Sarah, cuando conoció en persona por primera vez a su futuro marido. Diana parece haber sobresalido en natación y buceo, pero su deseo era convertirse en bailarina, por lo que asistió a clases de ballet durante un tiempo.
Antes de cumplir 17 años se mudó a Londres, a un apartamento en la zona de Kensington y Chelsea, donde vivió hasta 1981.
El 29 de julio de 1981 contrajo matrimonio en la Catedral de San Pablo de Londres con el príncipe Carlos de Gales, trece años mayor que ella. Todas las casas reales asistieron al enlace, con excepción del rey Juan Carlos I de España, quien declinó la invitación puesto que la luna de miel de la pareja incluía una escala en Gibraltar. En el momento de su matrimonio, lady Diana se convirtió en Su Alteza Real la princesa de Gales. A partir de entonces se convirtió en un personaje muy popular, tanto por su colaboración en obras humanitarias como por su carisma. Su estilo de vestir o sus peinados eran imitados constantemente. El constante interés de la prensa por la figura de la Princesa la convirtió en una de las figuras más icónicas de la cultura popular a nivel mundial.
La relación con su esposo empezó a mostrar fisuras al terminar la década de los 80, y a comienzos de los años 90 hubo un distanciamiento entre ambos cónyuges.
La pareja real tuvo dos hijos muy deseados: los príncipes Guillermo (William) y Enrique (Harry). En 1992 el matrimonio se separó de hecho, fractura que terminó en divorcio el 28 de agosto de 1996, privando a la Princesa de su categoría de «Alteza Real» , aunque conservando el título de Princesa de Gales.
El 28 de agosto de 1996, Diana se separó oficialmente de su marido, convirtiéndose en la única princesa no real de la historia del Reino Unido; sin embargo pudo mantener su residencia en el Palacio de Kensington. Su propósito era mantener buenas relaciones con la Familia Real Británica por el bien de sus hijos, (en ese momento, segundo y tercero en la línea de sucesoria).
Tras el divorcio, Diana tuvo que restituir a la Reina la Tiara de los enamorados de Cambridge, un obsequio de bodas que la Princesa había utilizado en múltiples ocasiones. Desde entonces Diana se centró en sus colaboraciones solidarias, proyectando una imagen aún más carismática y cercana. También prestó su imagen pública a diferentes organismos humanitarios y apareció en multitud de actos en beneficio de los sectores más marginados de la sociedad. Por aquel entonces ya era considerada un ícono de moda y elegancia a nivel internacional. Entretanto, la prensa sensacionalista continuó explotando todas las facetas imaginables de Lady Di.
A fines de la década de 1980, la Princesa de Gales se hizo popular por su respaldo a causas humanitarias. Ayudó a niños pobres en África, figuraba al lado de personalidades como Nelson Mandela, el Dalái lama o la madre Teresa de Calcuta y también presidió numerosas fundaciones benéficas.
Diana decidió tomar un rol activo como Princesa de Gales en lugar de pasar sus horas en palacio. Se involucró con diversas causas, entre ellas la de pacientes con sida, drogadictos, ancianos, leprosos y niños con problemas de salud. Su último compromiso de esta índole tuvo que ver con la erradicación de las minas antipersona. Pocos días antes de su muerte, visitó Bosnia con la Red de Sobrevivientes de campos minados y se estima que su participación determinó varias acciones en contra del uso de este tipo de armamento. De hecho, la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1997.

El 31 de agosto de 1997 falleció como consecuencia de un accidente automovilístico al interior del Túnel de l'Alma, en la margen norte del río Sena, en ParísFrancia. Junto a ella perecieron también su novio Dodi Al-Fayed y el conductor del automóvil, Henry Paul. El único superviviente del accidente fue el guardaespaldas de Al-Fayed, Trevor Rees-Jones: nadie excepto él llevaba puesto el cinturón de seguridad.
El cuerpo fue trasladado el martes 2 de septiembre a Londres desde la capital francesa. Simultáneamente, miles de ciudadanos anónimos habían depositado ramos de flores y cartas de condolencia en las verjas del Palacio de Buckingham. A su llegada fue trasladado a la Capilla Real del Palacio de St. James, residencia oficial del Príncipe de Gales, donde se habilitaron cuatro libros para permitir que todo visitante pudiera transmitir sus condolencias. El ataúd permaneció cerrado en todo momento pues los allegados a Lady Diana así lo quisieron. Hasta el sábado 6 de septiembre, fecha oficial del funeral de Estado, se decretó luto nacional y las banderas de todo el país ondearon a media asta.

Alejandra Fiódorovna Romanova


Alejandra nació el 6 de junio de 1872 en el Neues Palais de Darmstadt como Su Alteza Gran Ducal la Princesa Victoria Alicia Elena Luisa Beatriz de Hesse y del Rinun Gran Ducado que formaba parte del Imperio alemán. El Gran Ducado de Hesse era un territorio relativamente pequeño, con dificultades económicas permanentes y sin ninguna influencia política en el escenario europeo. 
Alix fue bautizada el 1 de julio 1872, fecha del 10º aniversario de bodas de sus padres, de acuerdo a los ritos de la Iglesia Luterana y le fueron dados los nombres de su madre y cada una de sus cuatro tías maternas, algunos de los cuales fueron transliterados al alemán. Sus padrinos fueron el príncipe y la princesa de Gales, el zarévich y la zarevna de Rusia, la princesa Beatriz del Reino Unido, la duquesa de Cambridge, y la landgravina de Hesse-Kassel. Su madre le dio el apodo de Sunny, una práctica más tarde recogida por su marido, mientras que sus parientes británicos le dieron el apodo de Alicky para distinguirla de su tía, la princesa de Gales, que era conocida dentro de la familia como Alix.
Alix se casó relativamente tarde según el punto de vista en esa época, principalmente por negarse a casarse con su primo, el príncipe Alberto Víctor, duque de Clarence y Avondale, hijo mayor del príncipe de Gales, alrededor de 1890, a pesar de la fuerte presión familiar. Se dice que la reina Victoria habría querido que sus dos nietos se casasen; solo porque era muy proclive a Alix, permitió a su nieta tomar su propio camino. La reina incluso llegó a decir que estaba orgullosa de Alix por enfrentarse a ella, algo que muchas personas, incluyendo a su propio hijo, no se atrevían a hacer.
En ese momento Alix ya había conocido y se había enamorado del zarévich Nicolás Aleksándrovich de Rusia, cuya madre, la emperatriz María Fiódorovna, era una hermana de la entonces princesa de Gales, y cuyo tío el Gran Duque Sergio Aleksándrovich, estaba casado con su hermana Isabel.
Alix y Nicolás están emparentados entre sí a través de varias líneas diferentes de la realeza europea y nobleza: el más notable era su bisabuela compartida la princesa Guillermina de Baden, madre del abuelo paterno de Alix, el príncipe Carlos de Hesse y el Rin, y la abuela paterna de Nicolás, la emperatriz María Aleksándrovna, por lo que son primos segundos a través de esta línea; y el rey Federico Guillermo II de Prusia, que era el tatara-tatara-abuelo de Alix y el tatara-tatara-tatara-abuelo de Nicolás, por lo que en esta línea son primos terceros.
Nicolás y Alix se habían reunido por primera vez en 1884 en la boda del tío Sergio con la hermana de Alix, Isabel, conocida como "Ella", en San Petersburgo. Cuando Alix regresó a Rusia en 1889, se enamoraron. Nicolás escribió en su diario: "Es mi sueño algún día casarme con Alix H. Me gustaba desde hace mucho tiempo, pero más profundamente y con fuerza desde 1889 cuando ella pasó seis semanas en San Petersburgo. Durante mucho tiempo, he resistido. Mi sensación es que mi sueño más querido se hará realidad."Alix también sentía lo mismo por Nicky, como ella siempre le llamó.6 En un principio, el padre de Nicolás, el zar Alejandro III, negó la posibilidad de tal matrimonio.
Alejandra Fiódorovna se convirtió en emperatriz de Rusia el día de su boda, pero no fue hasta el 14 de mayo de 1896 cuando la coronación de Nicolás y Alejandra se llevó a cabo en el interior del Kremlin de Moscú
Alejandra Fiódorovna, para el pueblo ruso, era una alemana de corazón frío, sin la capacidad de ver las necesidades de los que le rodeaban, a menos que fueran su familia. Esto en cierta manera era verdad, porque, al igual que su marido, para ella era muy importante su familia. La emperatriz, desde la infancia, era muy tímida, un rasgo compartido con su abuela Victoria. Odiaba las apariciones públicas tratando de evitarlas tanto como fuera posible, aunque de acuerdo con ella y muchos otros amigos íntimos, se debía a que era terriblemente tímida y se ponía nerviosa delante del pueblo ruso. Ella también era mal vista por ricos y pobres por igual por su disgusto hacia la cultura rusa (a pesar de su abrazo casi fanático a la Ortodoxia). Su incapacidad para producir un hijo varón también indignó a la gente.
En marzo de 1917 las condiciones empeoraron aún más: los trabajadores de las fábricas de acero convocaron una huelga el 7 de marzo y al día siguiente, multitudes hambrientas comenzaron a ocupar las calles de San Petersburgo para protestar contra la escasez de alimentos y la guerra. Después de dos días de disturbios, Nicolás II ordenó al ejército restablecer el orden y el 11 de marzo el ejército disparó contra la multitud. Ese mismo día, la Duma Imperial de Rusia, el cuerpo legislativo elegido, presionó al Zar a adoptar una posición en la mejora de las condiciones de vida de la gente, pero él respondió disolviendo la propia Duma.
Fue asesinada junto a su familia el 17 de Julio de 1918 a manos de los revolucionarios rusos.

Isabel de Baviera


Isabel nació en la ciudad de MúnichBaviera. Su padre, Maximiliano de Baviera, duque en Baviera, procedía de una rama menor de la Casa de Wittelsbach, la de Condes Palatinos de Zweibrücken-Birkenfeld-Gelnhausen, en ese momento "Duque en Baviera". En cambio su madre, Ludovica de Baviera, era hija del rey Maximiliano I de Baviera y, por tanto, princesa real de Baviera.
 Isabel contrajo matrimonio con su primo, el Emperador de Austria, el 24 de abril de 1854 en la Iglesia de los Agustinos de Viena, convirtiéndose así en emperatriz.
Isabel tuvo desde el principio serias dificultades para adaptarse a la estricta etiqueta que se practicaba en la corte imperial de Viena. Aun así, le dio al Emperador cuatro hijos:
Dotada de una gran belleza física, Isabel se caracterizó por ser una persona rebelde, culta y demasiado avanzada para su tiempo. Adoraba la equitación, llegando a participar en muchos torneos. Sentía un gran aprecio por los animales; amaba a sus perros, costumbre heredada de su madre, hasta el punto de pasear con ellos por los salones de palacio. Le gustaban los papagayos y los animales exóticos en general. Incluso llegó a tener su propia pista circense en los jardines de su palacio en Corfú. Hablaba varios idiomas: el alemán, el inglés, el francés, el húngaro, propiciado por su interés e identificación con la causa húngara, y el griego, este último aprendido con ahínco para poder disfrutar de las obras clásicas en su idioma original. Cuidaba su figura de una forma maniática, llegando a hacerse instalar unas anillas en sus habitaciones para poder practicar deporte sin ser vista. Su alimentación dio también mucho que hablar, pues se alimentaba básicamente a base de pescado hervido, alguna fruta y jugo de carne exprimida. A partir de los 35 años no volvió a dejar que nadie la retratase o tomase una fotografía; para ello, adoptó la costumbre de llevar siempre un velo azul, una sombrilla y un gran abanico de cuero negro con el que cubría su cara cuando alguien se acercaba demasiado a ella. Paseaba a diario durante ocho largas horas, llegando a extenuar a varias de sus damas de su séquito, entre ellas Ida Ferenczy o Marie Festetics. Además, adoraba viajar, no permaneciendo nunca en el mismo lugar más de dos semanas. Disfrutó de la literatura, en especial de las obras de William Shakespeare, de Friedrich Hegel y de su poeta predilecto, Heinrich Heine. Por último, detestaba el ridículo protocolo de la corte imperial de Viena, de la que procuró permanecer alejada durante el mayor tiempo posible y hacia la que desarrolló una auténtica fobia que le provocaba trastornos psicosomáticos, como cefaleas, náuseas y depresión nerviosa. La emperatriz se mantuvo alejada, siempre que pudo, de la vida pública. Fue una emperatriz ausente de su imperio, aunque no por ello menos pendiente de los asuntos de Estado. De hecho, fue la propia emperatriz una de las impulsoras de la coronación de Francisco José como rey de Hungría, hecho que se produjo finalmente en 1867.

El 10 de septiembre de 1898, mientras paseaba por el lago Lemán de Ginebra con una de sus damas de compañía, la condesa Irma Sztaray, fue atacada por un anarquista italiano, Luigi Lucheni, que fingió tropezarse con ellas, aprovechando el desconcierto para deslizar un fino estilete en el corazón de la emperatriz. Al principio, Isabel no fue consciente de lo que había sucedido. Solamente al subir al barco que las estaba esperando comenzó a sentirse mal y a marearse. Cuando se desvaneció, su dama de compañía avisó al capitán del barco de la identidad de la dama y regresaron al puerto. Ella misma desabrochó el vestido de la emperatriz para que respirara mejor y, al hacerlo, vio una pequeña mancha de sangre sobre el pecho, causada por el estilete, que había provocado una mínima pérdida de sangre sobre el miocardio, suficiente para causar la muerte.